domingo, 2 de marzo de 2014

Las malas palabras.

Palabras tabú, palabras maldecidas, palabras que una dama, un caballero no deben de mencionar. Puta, mierda, cerote, culero, pendejo, imbécil. No las debes de pronunciar, eres un vulgar solo por escribir de esa forma, pero en mi, la mas humilde de las opiniones no me considero una persona ordinaria, y aunque no soy extraordinario estoy rodeado de personas tampoco ordinarias y sé de primera mano que estas "malas palabras" no ofenden mas que al puritano no de la lengua sino del espíritu ¿Por qué? preguntaran algunos, fácil respondo yo, la persona que no es ordinaria y mas aun la extraordinaria se jacta, se burla y no necesita mas que palabras "normales" para insultar, denigrar y humillar a su adversario, rival o enemigo. Que mayor victoria que recurrir a la madre lengua, al santo lenguaje y destrozar las intenciones negativas de alguien con tal sutileza, caballerosidad y cortesía de la de aquel que no utiliza palabra soez, como vi por ahí, es como limpiarse el trasero con seda, es simplemente adictivo, exquisito, casi embriagante. Entonces surge la interrogante ¿De donde surgen las malas palabras? No surgen, no nacen, se hacen. Cualquier persona medianamente versada en el ámbito del lenguaje universal sabrá que alguna de las palabras que yo mencione como "malas palabras" en mi contexto, en otro lado significan otra cosa ¿ENTONCES? Que pasa con aquel amable caballero que sin nosotros entender nos ha humillado ¿Acaso es mas noble que el albañil que utilizo todo el lenguaje coloquial y vulgar que tuvo a la mano para decirnos un agraviante insulto? Formalidades, formalidades absurdas y sin sentido de puritanos innobles del lenguaje que no conocen el mal que le hacen al lenguaje y que no se dan cuenta cuando los insultan a la cara con un buenos días, torpes y ciegos. Termino con esto a los lectores de calidad, a los que vale la pena hablar, gracias bastardos del lenguaje por leerme y los que se cuestionan que tengan un feliz día, dudo que me hayan podido seguir la pista y tal vez les toque releer, tengan un gran día.

1 comentario:

  1. "Limpiarse el trasero con seda, es simplemente adictivo, exquisito, casi embriagante." ...He de intentarlo antes de morir. :D

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