jueves, 5 de febrero de 2015

Un tornillo y tres libros parte 2...

Un tornillo y tres libros parte 2...

Las llevo a su casa diciendo que solo pasaría por un par de cosas más antes de ir a la fiesta. Las chicas habían aceptado muy bien el aventon, a parte que el tipo les compraría alcohol, también las llevaría a donde iban.
Bajaron y se encontraron con un edificio viejo de apartamentos sin mayor atractivo que par de jardines en algunas terrazas lejanas, él vivía sobre el estacionamiento directo en la segunda planta, en el primer apartamento frente a las escaleras. El lugar era más grande de lo que parecía, les dijo que se sentaran en la sala mientras él iba atraer algunas cosas a su habitación, les pregunto si querían tomar algo. Las chicas estaban nerviosas por estar en la casa de un sujeto que acababan de conocer y pensaron que un trago no les caería mal, claro que no tomarían nada de lo que había en su casa, sino que beberían algo de lo que acababan de comprar. Él saco hielo y les sirvió un par de tragos de ron mezclado con cola y limón y se fue a su habitación.
Ellas estaban sentadas en un sofá amplio y algo roído por el tiempo, pero a pesar de eso estaba lo suficientemente limpio para que no les causara asco sentarse. Mientras esperaban comentaban sobre el extraño arte que colgaba de las paredes de ese apartamento color rojizo marrón, manchado en algunas partes de un blanco que solo denotaba la humedad y el tiempo y claro los hábitos descuidados de aquel tipo. Que podían esperar, lo más probable es que pasara más tiempo borracho que preocupándose por la apariencia de sus paredes. Habían cuadros de mujeres en posiciones sugerentes, pero sin ser vulgares, todas en blanco y negro. También había un cuadro de James Bond, el James Bond de Sean Connery y uno de una mujer con una sola ceja. Judith daba vueltas en la sala mientras Sara sentada en el sofá se sentía que el mundo comenzaba a darle vueltas mientras recordaba como habían llegado ahí.

-Hola -dijo Judith-.
-Hola. -Contesto él.
-¿Nos puedes recomendar un buen licor? -Pregunto Sara-
-No. -Contesto él de forma tosca, casi como con una especie de gruñido de garganta-.
-Vamos, pareces un experto. -Dijo Judith en forma juguetona-
-Esta bien ¿Qué clase de alcohol buscan -Pregunto él-
-Algo para una fiesta, algo que se pueda mezclar bien y que cumpla con su propósito.
El sonrió.
-Nada mejor que el Vodka para eso, y un poco de Ron les vendria bien.
-Perfecto -Dijeron al unisono ambas chicas- Oye y ¿Cual es tu nombre? -Pregunto Sara-.
-Ángel.
-Que lindo nombre -Dijo Judith-.
-Gracias.

En este momento a Judith le comenzaba a dar vueltas el mundo, -Creo que puso mucho Ron -Pensó débilmente-. Cuando Ángel regresó, Sara estaba completamente dormida, y le dijo a Judith que necesitaba ayuda con algo en su habitación, les iba a pedir ayuda a ambas pero su amiga estaba dormida. Judith al ver a Sara dormida se preocupo, y trato de despertarla.
-Déjala, esta a salvo, ayúdame para poder irnos a esa famosa fiesta -Dijo él.-

Al llegar al cuarto ella cayo fulminada en el suelo. Claro que ninguna de las chicas notó que el había puesto algo más que Ron con cola en las bebidas.
Al inicio no sabia que hacer con ella, parecía confundido, quería hacerlo rápido pero no sabia cómo, en realidad nunca pensó que llegaría tan lejos. Luego se acerco a ella y sintió su olor hipnotizante y adictivo, olfateo su cabello, sus brazos y de repente ella callo,  su blusa se levanto y dejo ver su abdomen que lucia hermoso a sus ojos. Se acercó lentamente y puso sus labios tan cerca de ella que estaba a punto de besarle el abdomen, saco su lengua y en un movimiento ascendente llego hasta donde la blusa se lo permitía. Luego saco una navaja que tenia guardada en la mesa al lado de su cama, hizo un primer corte en ese abdomen que acaba de saborear con resultados adictivos. La sangre empezó a fluir y pensó que no sabia que hacer con la sangre, recordó que un día había ido a un matadero, se le ocurrió colgarla y colocar unos recipientes abajo que harían el trabajo.
Al colgarla tan alto sus ojos quedaron frente a los de ella, se acerco una vez más y ella parecía sonreír, claro ella estaba de cabeza. Continuó con el primer corte hecho en el abdomen de esta niña que tenia frente a él, estaba decido a quedarse con esa pieza única y magnifica que tenia frente a sus ojos, la piel que cubría el hermoso abdomen de esa linda pequeña.

Al terminar de cortar el trozo del tamaño que quería lo coloco a un lado y deicidio que debía de escribir todo lo que veía, los tonos, las sensaciones, los sabores de todo aquello antes que se desvaneciera. Mientras se sumergía en todos esos pensamientos no se percato que estaba sentado exactamente abajo de aquella linda joven, la sangre ya se acumulaba en su largo cabello y de color rojizo. Sentado ahí cavilaba sobre lo que tenia que hacer luego,  la primera gota de sangre lo golpeo en la cabeza, sintió un escalofrío que le recorría desde la frente donde había caído la gota, recorriendo rápidamente su cuello y bajando por su espalda hasta terminar muy lentamente y con un gran poder en sus pies, sintió algo que no había sentido antes. Corrió a traer su libreta y se acomodó bajo la chica para poder escribir mejor.

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