domingo, 22 de febrero de 2015

Carta de un pesimista.

Carta de un pesimista.

Hola a todos los que se tomaran el tiempo de leer esto hasta el final, y a todos los que se quedaran cuando lean algo que no les guste.
Primero que nada quiero expresar mi pesar por nosotros la humanidad, que hemos quedado a cargo del planeta en el que vivimos ¿Qué mierda estamos haciendo? Ya basta de fingir que hoy es un buen día y que vamos a sonreír por cualquier cosa y por nada, que todo está bien tal y como está y que vale la pena seguir así. Es hora de darnos cuenta que no todo es alegría, de despertar y ver que no todo son atardeceres, fiestas, familias amorosas y parejas felices. Vivimos en un mundo donde los bebés son violados, las mujeres maltratadas, los hombres esclavizados y los animales arrasados. Esto no va a cambiar rezando, levantándose en la mañana con una sonrisa y haciendo lo mismo que hacemos todos los días, para muchos la actitud es un buen inicio. Pero como vamos a cambiar algo si todo nos parece bien, y perfecto, y feliz.

Quiero en estas pocas letras decirles que nos estamos decepcionando, estamos dejando mal al niño que está a nuestro lado, y peor aún al niño que llevamos dentro. Que pensaría ese niño que quería aventuras y disfrutaba de la naturaleza y que ahora lo único que recibe son imágenes tuyas sosteniendo el teléfono todo el día, que ya no toma ningún libro y ha dejado de aprender, que lo único que haces es buscar la forma más fácil de distraerte de lo mal que estamos; fútbol, música, vídeo juegos, televisión, fiestas. Quiero que sepas que no está mal que disfrutes tu vida, no se trata que te auto flageles para sentir el dolor de una familia africana que no ha comido en 1 semana. A ti que aun sigues leyendo y que te interesa a donde va esto. Despierta, el juego nunca está perdido. Después de ver un partido de fútbol, después de pasar 2 horas escuchando música o jugando, aun puedes tomar un libro, la educación continua es la mejor manera de comenzar. Luego cediendo el paso en la calle, ayudando a la gente. El juego aún no se acaba.

Pero si seguimos por donde vamos, la muerte nos va a meter una goleada. Termino esto diciéndote que la vida no se trata de estar en paz siempre, de sonreír, de tener amor, salud, dinero, amistad. Se trata de luchar, de caer, de rasparse las rodillas, de quebrarse huesos, como cuando eras niño. De molestarte cuando te quitaban tu juguete favorito, de sentir celos, incluso de odiar. Muchos quieren vender la idea que debemos trabajar para los demás todo el día, y otros les dicen que hay que trabajar para uno mismo todo el día. Y si les digo que podemos trabajar para nosotros mismos todo el día y a la vez trabajar para los demás, que pasa si les digo que podemos darnos los lujos que queremos y aun ayudar, cambiar y crecer. El juego se acaba hasta que nosotros lo permitamos.

Para terminar me despido de todos, estamos decepcionando, no lo olviden. Los que quieran sentarse a llorar, los que quieran irse lejos, los que se quieran lanzar del barco, déjenlos. Estamos perdiendo la vida cada vez más rápido, dejemos de decepcionar, comencemos a vivir y a ganar.

F. El pesimista que quiere cambiar el mundo.

Pd. Estamos decepcionando.

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